¿Este fin particular justifica estos medios en concreto?

Es la pregunta que propone Saul Alinsky, en el libro «Tratado para radicales. Manual para revolucionarios pragmáticos». Alinsky nace en el Chicago de 1909 y tiene un papel protagonista tanto en los comienzos como en el primer desarrollo de una rama del activismo estadounidense. Si todavía no ha leido el  libro, se puede descargar  libremente (está LIBERADO con una licencia copyleft). Se puede encontrar el enlace para la descarga al pie de la página enlazada.

En estos tiempos de deriva en los que se organizan cada fin de semana (al menos) tres manifestaciones, parece obligado explorar formas más efectivas de movilización, algo más que la justa protesta callejera.

Alinsky propone mojarse. Combate a las personas que dicen «estamos de acuerdo con los fines pero no con los medios».

Convertir en tabú el tema de los fines y los medios es típico de aquellos que actúan como observadores en el campo de batalla de la vida, y no como actores. Los hombres de inacción que decidieron no luchar contra los nazis, que corrieron las cortinas para no hacer nada al respecto. Esa «masa ameba» a la que hace referencia ultimamente Rosa Maria Artal en su blog. Los aliados pasivos de ese 1% canibal que disfruta devorandonos.

Alinsky hace un repaso de la moralidad de su sociedad, trasladable sin ningún problema a nuestra sociedad actual.

Si queremos tranformar la sociedad, es necesario aparcar nuestro idealismo, nuestra ingenuidad y observar lo que hay alrededor nuestro. Los principios según los cuales emitimos un juicio deben estar profundamente enraizados en los «cómos» y los «porqués» de la vida, en el mundo «tal y como es», y no en el mundo que imaginamos en nuestros sueños.

NO defiendo estas reglas, proporcionan un juego interesante de análisis, de aproximación a veces cínica de la mentalidad que aceptamos como natural en nuestra sociedad. Deje a un lado falsas hipocresías,  y de una oportunidad a este enfoque.

A continación, recopilo las reglas de la ética del fin y de los medios que según Alinsky operan en nuestra sociedad:

1. La preocupación por la ética de los fines y los medios es inversamente proporcional a los intereses personales que tenemos en el asunto.

Cuando no estamos directamente implicados rebosamos moralidad. Vamos, que la preocupacion por la ética de los fines y los medios es inversamente proporcional a la distancia que nos separa del lugar de conflicto. Esto de que la pobreza vaya creciendo en medio de nuestra bien desarrollada sociedad nos indigna sobremanera, pero estamos casi imnunizados a ver a otro ser humano sufriendo mil veces más, y lo soportamos porque está a mil kilómetros de distancia.

2. La manera de juzgar la moralidad de los medios varía según las posiciones políticas de los juzgados

Quienes se oponían a la invasión nazi consideraban la resistencia como un ejército clandestino de patriotas idealistas, de valentía sin igual y con la voluntad de sacrificar sus vidas por sus convicciones morales.  Para las autoridades de ocupación, sin embargo estas personas son terroristas sin ley, asesinos, saboteadores que creen que el fin justifica los medios y que no respetaban en absoluto las místicas reglas de la guerra.

3.En la guerra el fin justifica casi cualquier medio

Los acuerdos de Ginebra sobre el trato a los prisioneros o el uso de las armas nucleares son respetados sólo porque el enemigo o sus aliados potenciales pueden tomar represalias.

Es la razón por la que el invento neo-liberal de la «guerra contra el terror» proporciona carta blanca para cargarse cualquier derecho civil.  La guerra eterna es la cobertura para la impunidad del poder. George Orwell lo destaca en la guerra infinita y alternante de las tres superpotencias de la novela 1984.

4.La ética debe juzgarse dentro del contexto donde se desarrolla la acción y no desde cualquier otro punto de vista cronológico.

Es la regla que a mi personalmente más me molesta. La que nos hace sentir traicionado contínuamente en política. Hace falta poner ejemplos?

Este regla es la que permite a los políticos adpatar su discurso a su conveniencia. Es la argumentación que usan todos los presidentes para negar las prometidas medidas que les llevaron a la presidencia. Es la más usada con diferencia.En la política de la vida, la coherencia no se concibe como una virtud.  La coherencia significa «permanecer inmovil», sin cambios en las relaciones de poder.

5.La preocupación por la moral aumenta con el número de medios disponibles y viceversa

Cuando el abanico de opciones disponibles con la misma eficacia aumenta, aumenta el estudio de la ética de cada medio.Si uno carece del lujo de poder elegir y tiene a su disposición un único medio la pregunta moral no surge jamás.  «¿Qué otra cosa podía hacer?». La posición de seguridad de quien posee la capacidad de elección entre muchos medios va siempre acompañada de esta preocupación moral.

6.Cuanto menos importante sea el fin deseado, más puede uno permitirse evaluar la moralidad de los medios.

Un buen motivo de distracción contra el que hay que luchar.

7. Por lo general, el éxito o el fracaso son poderosos determinantes de la moral.

La historia la escriben los vencedores. El éxito o el fracaso son los que marcan la diferencia entre un traidor y un héroe. No puede existir un traidor exitoso, ya que si uno triunfa se convierte automáticamente en un padre fundador.

8.La moralidad de los medios depende de si éstos están siendo empleados en tiempos de derrota inminente o en tiempos de una victoria asegurada.

Los medios utilizados cuando la victoria parece segura pueden ser tachados de inmorales, pero si los mismos medios se utilizan en circunstancioas desesperadas para evitar la derrota, la cuestión moral jamás surgira. Desde el principio de los tiempos matar se ha justificado siempre y cuando se haga en legítima defensa.

9.Cualquier medio eficaz es automáticamente juzgado como inmoral por la oposición.

Incontestable

10.Hay que hacer lo que puedas con lo que tengas, y cubrirlo todo de un halo de moralidad.

El tipo de oposición al que se enfrentaba Gandhi no sólo hacía posible el uso efectivo de la resistencia pasiva, sino que la pedía a gritos. La resistencia pasiva de Gandhi no habría tenido oportunidad alguna de éxito ante un estado totalitario como el de los nazis.

Hasta el más abyecta ideología se cubre de una mínima capa de moralidad, aunque no resista tres segundos de ánlisis, aunque sea maquillaje, pero es imprescindible para motivar adhesiones.

Todas las acciones eficaces requieren del pasaporte de la moralidad. Debe ser una necesidad humana.

11. Los objetivos deben ser redactados en términos generales.

«Libertad, igualdad, fraternidad»,  «por el bien común» «No Debemos, No pagamos»,

Una vez que el objetivo ha sido formulado no puede ser revocado.

Dilemas, dilemas, dilemas…….

 

Fuentes:

http://www.traficantes.net/index.php/editorial/catalogo/utiles/Tratado-para-radicales.-Manual-para-revolucionarios-pragmaticos%3Cbr%20/%3E

http://www.traficantes.net/index.php/editorial/Nuevo-libro-de-Traficantes-de-Suenos-Tratado-para-radicales.-Manual-para-revolucionarios-pragmaticos

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